Guía del parto
ALIVIO DEL DOLOR EN EL PARTO
Si estás preocupada por el dolor que puedes notar en el período de dilatación o en el expulsivo, lee el texto que sigue.
Hay muchas opciones para aliviar el dolor del parto. Habla de ellas con tu médico o tu comadrona antes del día del parto.
Hay circunstancias concretas que pueden contraindicar alguna de las opciones elegidas por ti para el alivio del dolor. Los profesionales que estén a tu lado en aquel momento te van a aconsejar lo mejor para ti y tu bebé.
Durante el trabajo de parto estarás mucho más relajada si:
- has leído con antelación acerca del trabajo de parto. Siempre te encontrarás mejor si sabes lo que va a ocurrir.
- has asistido a las clases de preparación al parto.
- has aprendido a relajarte, guarda la calma y respirar profundamente.
- has practicado ejercicio.
- a la hora del parto tienes a tu lado a tu marido, compañero o amigo.
- haz que la persona que te acompañe te dé masajes.
- te das un baño.
Entonox es una mezcla de aire y óxido nitroso. Inhalar esta combinación hace más llevadero el dolor del trabajo de parto.
Tú misma sujetas una mascarilla por la que entra el aire y el gas, e inspiras en el momento de empezar la contracción uterina.
Hay que respirar lenta y profundamente: así es como funciona mejor este método de alivio del dolor.
La inyección intramuscular de petidina (o remifentanilo) puede ayudarte para conseguir una buena relajación y tener menos dolor.
Tarda unos veinte minutos en hacer efecto, y su acción se prolonga entre dos y cuatro horas.
La anestesia epidural o peridural es la inyección de un anestésico local dentro del espacio entre dos vértebras, en la espalda.
Esta técnica alivia completamente el dolor del trabajo de parto.
Otras veces empleamos la anestesia intradural, que conlleva menos cantidad de anestésico y tiene un efecto inmediato después de su administración.
Actuallmente utilizamos la peridural ambulante, que junto a pequeñas dosis de anestésico local usa una pequeña cantidad de un opiáceo (fentanilo): ello permite a la mujer conservar su movilidad al tiempo que le alivia el dolor del parto.
El parto en el agua permite una mayor relajación de la mujer, y hace que las contracciones uterinas sean menos dolorosas.
El agua, en una amplia piscina de parto, permite cualquier posición corporal de la mujer en trabajo de parto.
Las mujeres que dan a luz en el agua necesitan menos intervenciones obstétricas y precisan de menos medicación analgésica.
Lo que ocurre es que el parto en el agua solo puede tener lugar en según qué centros.
Una máquina TENS (Transcutaneous Electrical Nerve Stimulation) utiliza pequeños impulsos eléctricos que son enviados a unos electrodos colocados en la espalda de la mujer en trabajo de parto.
Estos estímulos eléctricos hacen que el propio cuerpo segregue más endorfinas, las cuales constituyen una barrera para el dolor.
Suele ser más eficaz en los primeras etapas del trabajo de parto, cuando además muchas mujeres suelen tener dolor referido a la espalda.
Algunas mujeres escogen técnicas de acupuntura, aromaterapia, homeopatía, hipnosis, masajes o reflexología. Unas veces funcionan y otras no son tan efectivas.
No debes sentirte incómoda por intentar aliviar el dolor del trabajo de parto. Solo tú sabes cómo te encuentras, y por lo tanto solo tú debes decidir qué es lo que te conviene.
Ten confianza en los medicamentos que te pueden administrar durante el trabajo de parto: son seguros para tí y para tu hijo.
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FAQ’s sobre la Epidural Ambulante