La gestación por sustitución, coloquialmente conocida como madres de alquiler, vientre de alquiler o maternidad subrogada, es una práctica, cada vez más extendida, mediante la cual una mujer accede a gestar un bebé y a renunciar a su filiación, es decir a todos sus derechos, incluidos los de madre, a favor de otra persona o pareja. Se trata de un proceso que implica numerosas complicaciones, no sólo éticas o económicas, sino también legales, ya que está prohibida en la mayoría de los países, entre ellos España.
La técnica reproductiva que se utiliza en estos casos es la fecundación in vitro o la inseminación artificial. Existen distintas posibilidades:
- La madre gestante es también la madre biológica porque aporta el óvulo
- La madre contratante es la madre biológica porque se introduce su óvulo
- El óvulo se obtiene por donación anónima de una tercera mujer
- El padre contratante es el padre biológico porque aporta los espermatozoides
- Los espermatozoides proceden de un donante.
Aunque el proceso es el mismo, la maternidad subrogada puede ser fruto de un contrato en el que se establece un precio, o puede deberse a una acción altruista, generalmente propia de un familiar o pariente.