La histeroscopia diagnóstica es una prueba ambulatoria que se realiza en la consulta en la mayoría de las ocasiones. Rara vez es preciso un ingreso hospitalario. Ante la previsión de complicaciones de la técnica, se puede realizar bajo sedación en quirófano, evitando de esta manera situaciones de riesgo.
La histeroscopia quirúrgica, empleada para resolver patologías, se realiza en la mayoría de los casos bajo sedación o anestesia locoregional y precisa de una estancia hospitalaria de algunas horas hasta recuperarse de la misma.
Tras la práctica de una histeroscopia, se puede presentar un sangrado moderado, nunca superior a una regla, salvo en el caso de la resección de miomas uterinos gigantes, más vascularizados y que, por ende, sangran más. En estos casos se recomienda más reposo.