Guía del embarazo
EJERCICIOS DE KEGEL
Los ejercicios de Kegel, conocidos también como ejercicios del suelo pélvico, pueden ayudarte a prevenir y tratar la incontinencia urinaria, y también otros trastornos del suelo pélvico.
Lo que hacen los ejercicios de Kegel es fortalecer los músculos de la pelvis, que son los que sirven de soporte para el útero, la vejiga urinaria, las asas intestinales y el recto. Estos ejercicios pueden asimismo reforzar los músculos vaginales.
Los ejercicios de Kegel te serán de utilidad si:
- Pierdes un poco de orina al estornudar, reír o toser.
- Si notas que de repente tienes necesidad imperiosa de orinar, justo antes de evacuar una cantidad considerable de orina.
- Pierdes el control del esfínter anal.
- Estás embarazada, o también después del parto.
- Notas dificultad en alcanzar el orgasmo.
Las embarazadas que hacen regularmente los ejercicios de Kegel van a tener un parto vaginal más fácil.
Fortalecer los músculos de la pelvis cuando estás embarazada te ayudará a desarrollar el control de dichos músculos, tan necesarios a la hora de la dilatación y el expulsivo en el momento del parto.
Tonificar estos músculos te evitará dos problemas bastante frecuentes en el embarazo: poder controlar tu vejiga urinaria, y aliviar las hemorroides.
Los ejercicios de Kegel son también de utilidad después del parto: ayudan a la cicatrización perineal en caso de suturas, dominas rápidamente el control de la vejiga urinaria, y fortaleces enseguida la musculatura del suelo de la pelvis.
Estos ejercicios se pueden hacer en cualquier momento y lugar, y nadie sabe que tú los estás haciendo.
Ten en cuenta estos puntos:
- Identifica bien los músculos a ejercitar. Hay varias maneras de localizar los músculos del suelo pélvico. Por ejemplo, coloca un dedo dentro de la vagina o del recto, y procura contraer los músculos que abrazan tu dedo.
- Practica también el interrumpir el chorro de orina a mitad de la micción.
- Perfecciona esta técnica. Una vez has localizado los músculos del suelo de la pelvis, contráelos durante cinco a diez segundos, relájalos a continuación, y repite esta maniobra entre 10 y 20 veces.
- Respira con normalidad durante los ejercicios.
- Ten cuidado de no mover los músculos abdominales, ni de los muslos ni de las nalgas.
- Tres veces al día repite la misma técnica.
Haz cada día los ejercicios de Kegel.
Hazlos discretamente, cuando por ejemplo estás detenida en un semáforo en rojo, o cuando estás sentada en tu despacho, o cuando estás relajada en el sofá.